Después de unos cuantos meses de "sequía", por fin pudimos celebrar este año el Equinoccio de Primavera en el ya tradicional
Observatorio Manaluna de Monegrillo. A pesar de las turbulencias y de que nos acompañó un poco de viento, pudimos disfrutar de una magnífica noche de observación, en muy buena compañía y con la satisfacción de compartir cena y estrellas con caras jóvenes.
Observamos con el Celestron (Smichdt-Cassegrain) 14" (356 mm.) de Manolo un Júpiter con sus cuatro satélites alineados y hasta vislumbramos un poquito la gran mancha; Orión y su nebulosa los vimos tan impresionantes como siempre, tres fugaces nos sorprendieron e incluso hubo quien tuvo lo suerte de ver un mágnifico bolido estallar en su entrada con la átmosfera.