Desde La Trobada, local famoso por sus huevos rotos y que por costumbre utilizamos para cenar después de nuestros encuentros en la sede del centro cívico, al menos treinta personas nos reunimos entorno a la mesa para nuestra ya acostumbrada celebración de nuestro Aniversario.
Todas caras conocidas aunque algunas menos habituales que por motivos de trabajo o familiares se dejan ver poco pero que cuando lo hacen, nos alegra enormemente su presencia y nos hace recordar otros momentos compartidos.
La verdad es que se pasó un rato estupendo y agradable y que nos sirvió para desearnos una felices vacaciones y unos cielos oscuros y transparentes para todos aquellos que así los necesitemos.