Veo, Veo...
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Por Alberto Berdejo.

La Luna. De Aristóteles a Posidonius

Supongo que a estas alturas ya os habréis dado cuenta de que la Luna es uno de mis objetivos de observación preferidos. Por eso, me gusta proponer, de vez en cuando, hacer alguna “visita telescópica” a nuestro hermoso satélite, que siempre nos recompensará con sus paisajes siempre los mismos, pero, al mismo tiempo siempre diferentes, ya a causa del diferente ángulo con que inciden los rayos solares en su superficie, unas veces, y otras por la estabilidad y limpieza variables de nuestra atmósfera.
 Vamos a detenernos un poco en la zona norte de la Luna cuando tiene una edad de unos cinco días, aproximadamente.
 Como vemos en la foto superior, en esta parte encontramos una mezcla de zonas llanas, como el Lacus Somniorum (Lago de los Sueños), Lacus Mortis ( Lago de la Muerte), y unos cráteres de tamaño lo suficientemente grande comopara poder observar detalles en su interior, como son Aristoteles y Eudoxus. Un poco más al sur encontraremos a Posidonius.
 Este es uno de mis cráteres preferidos. Si las condiciones son buenas se pueden ver multitud de formaciones en su interior, desde su cráter central, con un arcode picos a un lado, a las curiosas grietas que adornan la aparente llanura del cráter, y que merecen la pena de observar con detenimiento.



Nebulosa de la Hélice NGC 7293

Seguramente, casi todos habremos visto las extraordinarias imágenesde esta planetaria obtenidas con el telescopio espacial Hubble. En ella se puede ver con todo detalle su estructura anular, y una especie de nebulosas radiales de aspecto cometario, que son el resultado del barrido que la última eyección de materia está haciendo sobre las anteriores que envuelven a la enana blanca en que se ha convertido la estrella central de la planetaria.
 Todo esto es muy interesante y nos ayuda a comprender mejor el proceso de la evolución estelar. Recomiendo a todos hechar un vistazo a la astrofísica relacionada con los objetos que vemos a través del telescopio, de esta manera se va aprendiendo poco a poco y sin ningún esfuerzo.
 Después de ver las fotos del Hubble, vamos a ver con nuestros propios ojos, y telescopios, esta nebulosa. Pero ahora sin lo que suponen los “filtros” de estas imágenes realizadas con grandes aparatos y sorprendentes tratamientos informáticos.
 Para localizarla,partiremos de la estrella Upsilon(u) Aquarii,la cual forma el vértice de un triángulo que apunta hacia la nebulosa. Es probable que nos llevemos una sorpresa, porque, aunque tiene una magnitud de +6, su tamaño angular es, aproximadamente, la mitad del disco lunar. El resultado es el mismo que cuando observamos la galaxia M33, es un objeto en el que la luminosidad se reparte por un área muy extensa, por lo que su magnitud por segundo cuadrado es de +22.8. En el caso de la Helix este valor es de +20.8. Bastante alejado de lo que se podría esperar de un astro de la magnitud +6. Esta sería la magnitud que encontraríamos si redujéramos el tamaño angular de la nebulosa hasta que quedase un punto.
Para final podemos comparar el aspecto de NGC 7293, vista con una cámara fotográfica y con nuestros ojos, por supuesto, con la ayuda de un telescopio en los dos casos.
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M 1. La Nebulosa del Cangrejo

 La constelación de Taurus, alcanza su culminación en estos meses invernales, lo cual quiere decir que se encuentra a la máxima altura sobre el horizonte, y en las mejores condiciones para observar los variados objetos que encierra.
 Entre todos ellos destaca la primera entrada del catálogo de Charles Messier. Es la nebulosa del Cangrejo, como se la conoce popularmente, M1, NGC 1952, y seguro que tienen otros nombres en diferentes catálogos.
Esta situada a unos 57 ´ al Noroeste de la estrella ztauri, que forma la punta de uno de los cuernos del Toro.
Descubierta por John Bevis en 1731, fue vuelta a descubrir 27 años después por Messier, cuando observaba un cometa. La describe como “ Una nebulosidad encima del cuerno del Toro. No contiene ninguna estrella. Es de una luz blanquecina, alargada como la llama de una bujía.” Que, más o menos,es lo mismo que podemos observar nosotros con nuestros telescopios.
Aunque en un principio se clasificó como una nebulosa planetaria, en realidad, es un buen ejemplo de lo que son los restos de una supernova. Una de esas gigantescas explosiones que, en algunos casos, brillan más que el núcleo de la galaxia que la hospeda. Al parecer, esta explosión fue detectada y registrada por los chinos en el año 1054.
Su visión no es tan espectacular como la otros objetos más brillantes, pero, merece la pena perder un rato en su contemplación, en la seguridad que, como suele ocurrir, siempre se ve algo más de lo que nos parece en un primer vistazo.



Galaxias M81 y M82
 
 

Muchas veces nos quejamos de que el brillo de la Luna no deja ver las nebulosas, deslumbrándonos con su luz. Lo mismo sucede con las nebulosas brillantes, que no dejan ver, porque nos distraen,otros objetos de su misma clase y que se hallan muy cercanos.
Muchas veces hemos visto las famosas M81 y M82, y, como son tan hermosas, no se nos ocurre buscar por si hay otras cosas dignas de ver por los alrededores.
Pues bien, muy cercas de las famosas galaxias tenemos otras, no tan brillantes, pero merecedoras de perder un poco de tiempo buscándolas y disfrutando con su visión.
Aunque hay muchas más, he seleccionado dos NGC 3077 y NGC 2976, que son las más fáciles de encontrar partiendo de los dos objetos Messier que todos conocemos.
NGC 3077 es la más cercana a M 81, tiene un tamaño de 0,5´x4,1´, esto es, tiene una forma alargada, y su magnitud visual es de +9,8, por lo que está al alcance de cualquier telescopio.
NGC 2976 está un poco alejada de M 81, su tamaño angular es de 0,5´x2,8´, la magnitud es de +10,2. Ésta es más difuminada que la primera.
A los dos las he podido observar y dibujar con un telescopio de 250mm y otro de 120mm de diámetro. Ánimo y a seguir explorando el cielo.


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