El Proyecto Partner
Óscar
Tapia
La
NASA ha decidido que el mejor destino de un radiotelescopio que ya ha cumplido
su vida de servicio activo es servir para fines educativos y de divulgación.
Por ello, ha puesto en marcha en Proyecto Partner, que está dando
sus primeros pasos y en el que Aragón va a participar.
El Proyecto Partner (Proyecto Académico
Radio Telescopio NASA en Robledo) celebró el pasado 15 de febrero
su reunión fundacional en Robledo de Chavela (Madrid). Este proyecto,
actualmente en fase de definición, va a permitir que los alumnos
aragoneses de Secundaria y las agrupaciones astronómicas de Aragón,
junto con otros institutos y asociaciones de Madrid y algunas Universidades
españolas, puedan disponer de un radiotelescopio de las instalaciones
de la NASA en Robledo de Chavela para realizar trabajos y prácticas
de radioastronomía.
La NASA plantea la alternativa de utilizar
para fines educativos y de divulgación una antena de 34 metros de
diámetro que fue desactivada el año pasado para actividades
operacionales. Este radiotelescopio estaría mantenido y manejado
por el personal del Complejo de Robledo; las instituciones e institutos
de Secundaria interesados en realizar prácticas de radioastronomía,
multidisciplinares e investigación menor, lo harían por control
remoto vía Internet. Un proyecto de estas características,
el Proyecto GAVRT, se viene desarrollando desde hace unos años en
California.
Ingrid Desilvestre, representante de la NASA
en España, explica que proyectos de este tipo «permiten que
los estudiantes utilicen el mismo tipo de antena que emplean los profesionales».
De esta forma, «se contribuye a que los jóvenes valoren la
importancia de la ciencia en la sociedad de hoy».
Ciencia Viva
Aragón ha conectado con esta iniciativa,
que podría estar en funcionamiento el año que viene, tras
la visita que realizó Desilvestre a Zaragoza para participar en
el programa Ciencia Viva. Según comenta Miguel Carreras, coordinador
del programa, «es muy interesante que los alumnos de estas edades
tengan acceso a tecnologías de alto nivel porque puede ser una manera
de ilusionarles. Les da la posibilidad de acercarse a una parte de la Astronomía
menos conocida y de participar activamente mediante la toma de datos y
el intercambio de información y opiniones, a través de Internet,
con alumnos de otros países que participen en programas similares».
Opinión compartida por Juan José Segura, profesor del IES
Jerónimo Zurita y representante del programa Ciencia Viva en la
Comisión de Seguimiento del Proyecto Partner. Segura añade
que este proyecto «también puede servir para hacer ver a los
alumnos que la ciencia no es algo árido. La estadística de
los alumnos de ciencias en Bachillerato está bajando en picado,
proyectos como éste podrían servir como gancho para que,
al menos, los alumnos no huyan de las ramas científicas».
Segura sugiere que las prácticas asociadas al Partner podrían
tener cabida dentro de la asignatura Taller de Astronomía, que se
imparte en 4º de ESO. Incluso también se pueden incluir en
Física y Química de 1º de Bachillerato, «aunque
lo mejor sería un programa de innovación específico».
Por el momento, están interesados en
el proyecto: los IES Avempace, Luis Buñuel, Jerónimo Zurita,
José Manuel Blecua y Grande Covián, de Zaragoza, y el Sanz
Briz de Casetas; el Programa Ciencia Viva, la Asociación de Profesores
de Física y Química de Aragón, el Grupo Astronómico
Silos y la Agrupación Astronómica Aragonesa. El responsable
de esta Agrupación, Alberto Berdejo, considera que «es una
ocasión muy interesante, si los socios de las agrupaciones no la
desaprovechan, para hacer trabajos casi profesionales y aprender algo que
los aficionados apenas hemos tocado».
Desde la DGA se considera que, aunque todavía
debe concretarse, el interés de este proyecto es de primer orden,
ya que los alumnos podrán trabajar con aparatos de alta tecnología,
en un ámbito real. «Pero lo primero que necesitamos es formar
al profesorado», explica José María Fernández,
jefe del Servicio de Promoción y Extensión Educativa. Para
ello, la DGA apoyará el Proyecto mediante el respaldo a los acuerdos
que se firmen, incluidos los referidos a formación del profesorado,
y dotando a los centros de los equipos informáticos adecuados para
que puedan realizar la actividad de la mejor manera posible.
El Proyecto Partner se encuentra en estos momentos
en fase de definición y sondeo entre las asociaciones e institutos
que podrían participar, así como de planteamiento de las
prácticas que se podrían realizar. El INTA, institución
ligada al Ministerio de Defensa, propone como prácticas empezar
con una introducción técnica donde se aprenda la calibración
y el movimiento y apuntado del telescopio. Estas prácticas continuarían
con medidas de flujo en radiofuentes y su variación (estrellas,
cuásares, púlsares, restos de supernovas, planetas), medidas
de índices espectrales y su variación, imágenes/mapas
de fuentes extensas, estudio de interferencias en las distintas bandas,
observación de eventos de oportunidad (supernovas, novas, GRB),
más otras propuestas que pudieran surgir por parte de los usuarios.
Radioastronomía
En el Universo casi todos los cuerpos emiten
ondas de radio, desde el Sol hasta las galaxias, pasando por la nebulosas.
El mismo Universo en su conjunto tiene su propia radiación característica,
la radiación de fondo. Estas emisiones de radio se deben en muchos
casos a partículas cargadas en movimiento. Son radiaciones electromagnéticas
con longitudes que van desde kilómetros hasta milímetros.
Para «escuchar» estas radiaciones se utilizan los radiotelescopios.
La principal característica de estos instrumentos es: la sensibilidad,
capacidad para detectar los flujos más pequeños de astros
muy alejados o cercanos pero poco luminosos, y el poder de resolución
angular, que mide la capacidad de detallar la distribución del brillo
de estos mismos astros. La sensibilidad depende de la superficie y calidad
de la antena. Hay dos formas de aumentar el límite del poder de
resolución en radio. La primera sería disminuyendo la longitud
de onda de observación, cosa que no siempre es posible, y la segunda
sería aumentar el tamaño de los radiotelescopios.
El intentar conseguir un radiotelescopio de
mayor tamaño sin necesidad de construir un gigantesco instrumento
llevó a la idea de la interferometría de ondas de radio.
Esta técnica consiste en utilizar las señales recogidas por
al menos dos radiotelescopios y combinarlas, simulando un radiotelescopio
gigante. Las señales recogidas por las antenas de la fuente a estudio
interferirán constructivamente o destructivamente según la
posición de la fuente respecto a cada uno de los radiotelescopios.
Para poder conseguir una resolución del orden del milisegundo de
arco, la separación entre los radiotelescopios debe ser del orden
del millar de kilómetros, distancia comparable con el radio terrestre.
Con estas distancias, cualquier enlace directo, para medir en tiempo real,
entre las antenas resulta muy caro y complicado. Estos problemas se solucionaron
en los sesenta con la interferometría de muy larga base (VLBI).
Mediante esta técnica, el astrofísico español Jon
Marcaide y su equipo presentaron, en el año 2000, la primera película
completa del proceso de expansión de una supernova.
La antena que la NASA pone a disposición
del Proyecto Partner tiene 34 metros de diámetro y está equipada
en bandas S (2 gigahertz) y X (8 gigahertz). Se encuentra ubicada en el
Complejo de Robledo de Chavela (Madrid). Este centro posee cuatro antenas
parabólicas orientables de 70, 26 y dos de 34 metros de diámetro.
El Complejo de Robledo y los centros de Goldstone y Canberra componen la
Red del Espacio Lejano de la NASA. La función de esta Red es el
seguimiento, control y proceso de la información procedente de las
sondas y naves espaciales.