Williamina Fleming (de ama de llaves a astrónoma inmortal)

por Ana Román Estela

Que por mayo era por mayo cuando hace la calor... con estos versos del Romance del Prisionero, obra anónima del romancero español comienzo este artículo, pues fue en este mes cuando nació y nos dejó una de las mujeres más valiosas y discretas que formó parte del denominado grupo "Calculadoras de Harvard" a las órdenes del director del observatorio de dicha universidad.

Williamina Fleming fue pieza clave en astronomía, podríamos decir que llegó a ella por casualidad y sobre todo por necesidad, contribuyendo de manera valiosa a esta apasionante ciencia.

Nació en Dundee (Escocia) un 15 de mayo de 1857. Con catorce años ya trabajaba como maestra de los más jóvenes a la vez que seguía formándose en la misma escuela. Se casó a los veinte y al poco tiempo la joven pareja emigró a EE.UU. con el propósito de mejorar económicamente, pero a los pocos meses de llegar a su nuevo destino su esposo la abandonó.

Williamina se encontró sola, embarazada, a miles de kilómetros de su familia y sin dinero, lo que le obligó a buscar trabajo, acabando como ama de llaves en la casa del entonces director del observatorio de Harvard, Eduard Pickering, quien pronto se dio cuenta de la inteligencia y cualidades de su nueva trabajadora.

Pickering siempre descontento con los empleados del observatorio con los que tenía continuos enfrentamientos y a los que decía que su criada haría mil veces mejor el trabajo que ellos, la contrató, primero de forma parcial y finalmente a tiempo completo.

Un ejemplo de trabajo y superación, fue la primera mujer en tener un cargo institucional en Harvard, al ser nombrada en 1898 conservadora de archivo de fotografías astronómicas y tuvo a su cargo un nutrido grupo de mujeres que se dedicaban a hacer cálculos matemáticos, de ahí el nombre de "Calculadoras de Harvard" y que tanto contribuyeron a conseguir los conocimientos que posteriormente se alcanzaron en astronomía.

Su aportación personal a esta ciencia fue rica y variada. Contribuyó a la confección del catálogo estelar de Henry Draper, catalogó más de 10.000 estrellas, descubriendo 59 nebulosas, 310 estrellas variables y 10 novas. Su trabajo a la hora de clasificar las estrellas por su composición, asignándoles una letra según la cantidad de hidrógeno que contenían sirvió para que posteriormente otra de las famosas "Calculadoras de Harvard", Annie Jump Cannon realizase una clasificación estelar según su temperatura.

Una de la nebulosas más bellas y tal vez más conocidas que podemos encontrar en el universo, la Nebulosa Cabeza de Caballo, también conocida como Barnard 33, fue descubierta por Williamina. Esta nebulosa se encuentra en el extremo izquierdo del "Cinturón de Orión" en la constelación del mismo nombre. Se trata de una nube de gas fria y oscura situada a unos 1500 años luz de nuestro Planeta.

La Royal Astronomical Society de Londres le otorgó en 1906 una plaza honoraria, siendo la primera mujer en ser elegida, recibiendo igualmente un premio honorario del Wellesley College.

 

ANA ROMÁN ESTELA

(AGRUPACIÓN ASTRONÓMICA ARAGONESA)


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Zaragoza, Agrupación Astronómica Aragonesa